martes, 31 de julio de 2007

Tanto tiempo

Basta de depender de vos, basta. Renuncio a esta relación de dependecia mal paga. Me desligo de todo compromiso, anulo toda promesa, "corto los hilos, me caigo al vacío y empiezo a vivir sin vos". Basta de imaginar nuestras vidas en paralelo, separadas por la distancia que separa mis manos de tus manos, mi ombligo de tu ombligo. Me cansé de postergarme esperándote. Elijo no elegirte más.

viernes, 20 de julio de 2007

jugar a ser nena

Juana quería jugar a ser nena. A ser la vecinita chiquita que juega con el vecinito, en este caso, Juan. Juan quería coger. Nena, te digo nena mientras cojemos, querés? No, yo soy muy chiquita, no sé qué es coger. Bueno, vení que te enseño. No, quiero caramelos. Ok, después te doy. No, ahora. Vamos a comprar. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Dale, comprá rápido y vamos. No sé comprar, comprame vos. Cuáles querés? Sugus. Hola, me das $1 de Sugus y... No, comprá más. No rompas las bolas, nena, cuántos querés? Todos. Vos te comés los verde oscuro. Todos? Ni en pedo. Comprame, comprame, comprame, comprame, comprame!!! Dame $2 de Sugus, los prime rojos y... no, no, los rojos... no, los de al lado... sí y una gillette... espere, las de mujer son más baratas? Bueno, dame esa. Vamos. Qué son estos, caramelos? Yo no quería de estos. Pero son los que me gustan a mí, vos comete los sugus y después probás estos. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Mirá, tengo de todos los colores, cuáles son tus preferidos? A mí me gustan los azules. No sé, no como caramelos. Por qué? Te portaste mal? No, crecí, ahora soy grande. A los grandes no les gustan los caramelos? No. Por qué? Porque los caramelos son para los pendejos. Qué son pendejos? Pendejos son los que se comportan como si fueran más chicos de lo que son. Y por qué se portan así? Porque sí, porque son inmaduros. Por qué son inmaduros? Porque son pendejos. Qué son pendejos? Mirá te voy a mostrar, bajate la bombacha. Pero yo soy nena. Y? Y no me bajo la bombacha cuando hay nenes. Por qué? Porque soy nena. Y por qué sos nena? Porque nací así. Y yo también nací "así", entonces también soy nena. No, vos sos nene. Y por qué soy nene? Porque tenes pitito. Y vos cómo sabés? Lo viste? No. Querés verlo? Mirá. Qué asco! Por qué "qué asco"?! Es muy peludo! Los grandes somos peludos! Los chiquitos no... Ah, no? Vos no sos peluda? No. No? A ver? Aia, soltame!. No, quiero ver si sos chiquita o peluda. AIA! Salí! Me lastimás! Epa! Qué pelitos, Juanita! Parece que anduviste creciendo! Salí, Juan, me duele! Querés ser chiquita? No vas a poder con todos estos acá, no, no, los vamos a sacar... Estás loco! Dejame! Por qué? Juguemos a la barbería! Yo soy el barbero y vos la barbuda! SOLTAME! Miraaaa, qué peladita estás quedando, esto es mejor que un lifting, nena, te estoy sacando como 15 años. ESTAS ENFERMO! ME QUIERO IR, BASTA! No, no, juguemos un rato más, mirá, si ya casi termino. HIJO DE PUTA, QUÉ ME HACÉS?! Ehh... qué boquita! No se dicen esas cosas a los mayores. HIJO DE PUTA! Mirá! Ahora sí parecés un bebé! HIJO DE PUTA, HIJO DE PUTA! Yo te voy a enseñar cómo nacen los bebés: el papá se acuesta arriba de la mamá SOLTAME! y juntando los ombligos le pasa una semillita que YA FUE EL CHISTE, BASTA! se hace bebé adentro de la panza y SALI! el papá le da de comer unos BASTAAAAAA! caramelitos rojos como estos que AAAAAHH!! no los mete por el ombligo sino por una ranurita como esta, NO! de a uno, hace así NO QUIERO y así NO!! y así, no te gustan mis caramelos? SOLTAMEEEE PARÁ DE GRITAR PENDEJA LA RE PUTA MADRE QUE TE PARIÓ. Juan golpeó la cabeza de Juana contra el piso hasta que Juana dejó de gritar y acabó.

viernes, 13 de julio de 2007

la marea

La marea bajó y nos arrojó la costa sin vida, apestada de mar. Caminamos descalzas sobre las manchas de yodo. Seguimos su dibujo hasta el muelle: pocos lugares hay en el mundo más repugnantes. La náusea da ganas de llorar. Lo asqueroso es luego repulsivo, triste, como la playa en invierno. Te gusta caminar por la arena blanda después de la lluvia. Te gustan las olas con arena y pisar almejas. Hacés lo que te gusta, incondicionalmente. Yo soy razonable y siempre te doy la razón, pero no podés hacerme parar de llorar. Ni vos ni tu omnipotencia. Nos sentamos entre los médanos. El viento se encarga de cubrir cada centímetro cuadrado de mí con arena. Arena en el pelo, en las orejas, en las muelas, en los ojos, en los caminos de lágrimas. Te aburrís de mi llanto y te acompaño a la orilla a juntar caracoles. Los escuchás. A todos y a cada uno. Me preguntás por qué no escuchás el mar. “Porque tenés caracoles en las orejas”. Te reís. Me besás. Me das la mano. Me llevás al mar. El helado mar hasta los tobillos. El frío mar hasta las rodillas. El mar hasta la cintura. Hasta el cuello. Y nos hundimos.