miércoles, 11 de marzo de 2009

Mi negación total a creer que las discrepancias acaloradas surgidas en una conversación no puedan solucionarse en la misma conversación ya me trajo demasiados problemas. Discuto hasta el final, hasta el hartazgo (del otro, en el 99% de los casos). Explicitando mis deseos de paz insistentemente no sólo no logro convencer al otro de mis buenas intenciones, sino que me gano su odio. O mucho peor, su tristeza.
Mi error. Mi optimismo incurable. Tal vez sea incapaz de ponerme en el lugar del otro de verdad... pero podría jurar que estando del otro lado recibiendo yo mis palabras, sentiría que la única reacción posible es la pacificadora! Pero claro, no estoy hablando conmigo misma.
Y el amor no siempre es más fuerte.


No es la primera vez que me pasa. Mi pregunta del millón es ¿dónde está mi falla? Y suena arrogante. "Oh, es que lo que sucede es que no puedo encontrarme el error!". Qué vergüenza sonar así.
Pero por dónde empezar? Pienso que lo que pienso es correcto, pero, si lo fuera realmente, no debería tener el efecto que tiene. Entonces, si el efecto es uno distinto (radicalmente opuesto) al que el pensamiento asegura que produce, hay un problema. Con lo cual, se llega al siguiente enunciado: pienso que lo que pienso es correcto y pienso que lo que pienso seguro que tiene una falla. Entonces lo que pienso no es correcto. Ahora queda averiguar por qué.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

porque "buscar la paz" no es ponerse en el lugar del otro; es seguir en el lugar de uno, buscando la forma de dejar de sentirse incómodo lo más pronto posible.
ponerse en el lugar del otro es ver desde donde mira ese otro, o al menos acercarse lo más posible. definitivamente NO es mirar al otro desde donde está uno. eso es sólo ser uno. y no es poco! pero tampoco es lo mismo.

Anónimo dijo...

mmm...es tan facil hacer y deshacer, que nuestras fallas solo las vemos a traves de lo que creemos estamos seguros de hacer.por algo hacemos que los demas esten asi,tristes. Inevitablemente, vemos todo desde nuestro lugar, no podriamos de otro modo hacerlo. esta bien averiguar por que (?)

Anónimo dijo...

igual, aunq a veces las buenas intenciones no alcancen, si que cuentan. y lo mismo del amor.
me retracto: no apesta. =)

Anónimo dijo...

Saliste mala, como ese alfajor que sacaste de la màquina de la facu, y en cada mordisco te preguntàs: "tiene un gusto raro esto, lo tiro? No, le doy otro mordisquito"

Flin Paff y cuenta nueva